Cuando cortamos una flor, ya
no tiene raíces, pero llevan el agua del recipiente a las flores a través del
tallo. Si se añade color al agua del recipiente, el color penetra en la planta
y es absorbida, tiñendo el clavel.
Todos los días observábamos con asombro como nuestro clavel cambiaba de color.
¿Es magia?...
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